domingo, 13 de julio de 2014

Decoración y colores: qué efecto provoca cada uno y para qué estancias son más indicados

Decoración y colores: qué efecto provoca cada uno y para qué estancias son más indicados
foto: Google
- Global ⁄  Elegir un color para el salón, las habitaciones... y el resto de estancias del hogar no resulta sencillo por la gran variedad de gamas y los gustos de cada uno. Es interesante conocer qué efecto decorativo provocará cada uno de los colores como elemento decorativo. Desde Eroski Consumer analizan los efectos de los colores más empleados en decoración: 

Rojos, azules y amarillos

El color rojo es cálido y atrevido a la vez. Estimula la mente, da energía y excita los sentidos, por lo que se recomienda su uso en estancias destinadas al entretenimiento, como el salón o un espacio destinado a los juegos. 

Por el contrario, el azul es un color frío: denota calma, serenidad y frescura, de la misma forma que la visión del cielo o del mar. No obstante, los tonos más pálidos combinados con una iluminación de poca intensidad pueden resultar demasiado fríos. Una combinación apropiada mezcla los tonos azules y blancos. 

El amarillo combina la energía y vitalidad características del rojo, con la serenidad de los azules. Al igual que el sol, el amarillo llena de luz las habitaciones y hace que estas brillen en los días nublados. Combinado con colores cálidos como los rojos, naranjas y púrpuras, crea un ambiente íntimo y acogedor. 

Naranjas, verdes y violetas

Aunque su intensidad puede abrumar, el naranja es un color acogedor, atractivo y cálido, que sugiere intimidad. Aporta un tono acogedor y luminoso a las estancias frías o con poca iluminación natural. 

El verde es el tono por excelencia de la primavera y la naturaleza, y por eso se relaciona también con conceptos como la esperanza. Además de dar vida a las habitaciones, es un color que favorece la concentración, por lo que es idóneo para estancias donde se realicen tareas que requieran atención. 

La gama de matices del violeta es muy amplia: incluye tonos como el lavanda, el lila o el malva. El primero es el más fresco y natural, sobre todo si se combina con verde o blanco. Además, la tendencia un tanto opresiva del violeta se puede mitigar, si se mezcla con naranjas o amarillos. Los tonos más pálidos son los más indicados para las habitaciones personales, como los dormitorios y las salas de estudios. 

Combinados

Rojo-verde: tiene un efecto dinámico, ya que el rojo aporta el efecto estimulante y el verde, el toque de equilibrio. 

Azul-naranja: la intensidad de este último color se compensa con la calma y la serenidad que desprende el azul. 

Amarillo-violeta: la vitalidad y alegría que caracterizan al amarillo compensan el punto en cierta medida irritante que puede tener el violeta.

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